Por: Daneibys de la Celda Duany
www.camagueypress.blogspot.com
Email: delacelda@nauta.cu
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CAMAGUEY, Cuba – 15 de febrero de 2015 - Los camagüeyanos de a pie, como en toda la isla, se alegraron con la supuesta apertura del trabajo privado o por cuenta propia. Al fin, una variante al sistema esclavista de trabajo estatal, que solo ofrece pobreza al trabajador honrado, y dolores de cabeza al que “lucha” en algún puesto a la sombra de la corrupción institucional. Ya no habría que rezar para que no falleciese o abandonase el país, o simplemente se casase y se mudase de lugar el propietario del merendero o paladar particular en el que laborabas, pues ahora, según la nueva regulación se ampliaba la posibilidad de venta de comida o alimentos ligeros para particulares.
Por tanto, se alegraron las amas de
casa, los jóvenes desempleados, los padres de familia, y cuanto sujeto
emprendedor alberga la ciudad de Camagüey y del resto del país (muchos por
cierto) pues la cantaleta oficialista pregonaba tentadoras facilidades:
garantía de seguridad social, impuestos bajos, período de prueba para
cerciorarse de la viabilidad del negocio escogido, equipamiento de tiendas
donde a precios módicos se ofertarían las materias primas y bla, bla, bla… Con
estos cantos de sirenas atrajeron al rebaño de soñadores, que pronto chocó con
el duro muro de la inoperancia estatal.
No existía infraestructura para
atender a cientos de miles de interesados, como locales suficientes, personal
facultado, ni medios digitales de computación, etc. Por lo que las infames
colas de hasta tres días de antelación y más, doblaban las esquinas. El papeleo
era de película (de terror por supuesto), el corre para para allá y para acá
era tremendo. El peloteo, como se dice en buen cubano fue el protagonista
principal del dantesco escenario.
Los impuestos, comenzaron a rapiñar más
de la mitad de las ganancias y con el resto habría que pagar la seguridad
social. Trabajas como un condenado, inventa para adquirir la materia prima y
encima un descuento de forma obligatoria para la seguridad social. ¿Y si el negocio no te resulta y al cabo de
cinco años devuelves la patente, tienes derecho a seguridad social? Por
supuesto que no, amigo mío. ¿Pero te devuelven al menos todo lo que pagaste, no?
Nada de eso, solo en tus sueños.
El resultado fue el mismo de
siempre, el fracaso absoluto. La gente haciendo las mismas colas para devolver la patente al ver lo poco lucrativo que
resultaba trabajar de forma independiente en un país que considera la
independencia del ciudadano como una aberración. Los pocos que siguieron
adelante en esta lucha contra la marea de contratiempos, cortesía de Castro’s
Compañía se enfrentan a los temidos inspectores, capaces de ponerle la “carne
de gallina” al más pinto y avezado de los cuentapropistas.
Los inspectores, personeros del
régimen, con refinados métodos de implementación del terror, tienen
bandera abierta para aplicar Decretos, que la población desconoce, que no se
publican o refieren fuera de su propio círculo, por lo que pueden multarte en
base al desconocimiento de forma justa o in justa, total nunca sabrás la
diferencia.
Las reclamaciones hay que hacerlas a
sus propias entidades (a las únicas que puede acudirse) en el 99 % de los casos
ratifican la multa. Los inspectores tienen que cumplir un plan de imposición de
multas al mes, por lo que se intuye la arremetida contra infelices, pues
es sabido lo que incentiva las tristes migajas una vez al mes. A fin de cuentas, ellos son víctimas también
de la trituradora humana que es la economía comunista. Si no multan, pierden el empleo y su manera de vivir,
incluido el sustento de su familia.
“Imagínate tú,” me comentaba una
inspectora llamada Martha “yo tuve que dejar de trabajar como inspectora porque
nunca cobraba completo el salario, por no poner suficientes multas, y ya me
miraban con malos ojos mis colegas”. Nada, si eres dueño de negocio
propio, antes de salir a buscar el pan de cada día por tu cuenta, pídele a Dios
no toparte con un inspector.
Camagüey, ciudad de tinajones,
edificios de antaño que se erigen sobre adoquinadas calles de ensueño.
Pareciera la descripción de una idílica villa ancestral sino fuese por los
basureros en las esquinas, las colas y piñaceras, por cualquier oferta en
las tiendas o un servicio necesario. La
mendicidad es algo que va en aumento entre los lugareños de la tercera edad y
discapacitados.
La bárbara horda de inspectores
asola la urbe, como buitres siempre prestos a picotear un moribundo
botín. Y como de los anteriores males referidos se ha hablado bastante, solo
citare que hay otros muchos factores que agobian a los pobladores con
sentimientos tan encontrados como la indiferencia, la ira, la impotencia, la
risa, la incredulidad, y otra vez la indiferencia… enmarcándolos en círculo
vicioso del que es casi imposible escapar.
Relación de los multados y sus fotos:
Alejandro Consuegra Borrero CI
76061410624 Simón Reyes # 468 entre Avenida de los Mártires y 1era Paralela.
Rpto La Vigía. Perteneciente al Comando Julio Sanguily del Frente de
Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo y al Partido Pro Derechos Humanos de
Cuba afiliado a la Fundación Andrei Sakharov. Mutado con 60.00 pesos y el decomiso
de una lata de puré de tomate que llevaba para su consumo, aunque reclamó, no
le devolvieron la lata, tampoco le quitaron la multa.
Yosbel Torres Ibarbia CI 83012615804.
Ignacio Sánchez # 183 entre Sta Rosa y San Ramón. Teléfono: 58159731, su esposa
Maidelys López CI 84072818071. Calle Ignacio Sánchez # 183 entre Santa
Rosa y San Ramón, Camagüey. En la foto sus tres niñas bajo peso y carentes del
mínimo de condiciones económicas para su desarrollo. Este matrimonio de cuenta
propistas pertenecen al Comando Julio Sanguily del Frente de Resistencia Cívica
Orlando Zapata Tamayo y al Partido Pro Derechos Humanos de Cuba afiliado a la
Fundación Andrei Sakharov. En varias ocasiones han sido multados con
700.00 pesos por vender galletas caseras cerca de la Terminal del
Ferrocarril de la ciudad, esto ha generado actos de protesta masivos por parte
de los demás colegas defensores de derechos humanos generando incluso
enfrentamientos con la policía, razón por la que los inspectores le retiraron
la multa al sumarse incluso pueblo que comentaban del abuso contra estos padres
de familia. A estos jóvenes los asedian los inspectores también en represalia
por su activismo, las denuncias que hacen la participación de Yosbel en el blog
Camagüey: “Voces sin Censura” y la ubicación en su casa de la sede del
Comando Amalia Simoni del Movimiento Femenino por los Derechos Civiles “Rosa
Parks” del cual es miembro Maidelys.
Jhonny Castellanos vecino de Sta Rosa
entre Ignacio Sánchez y Emiliano Agüero Varona al que multaron por vender
frituras de harina en un carrito frente a su casa, con una multa de 100.00
pesos. Este joven, padre de familia, sin ser opositor se acercó a esta
periodista independiente, para hacer la denuncia de lo que consideraba un abuso.
Mario Calderín García, miembro del
Comando Julio Sanguily, del Frente de Resistencia Cívica Orlando Zapata Tamayo
y del Partido Pro Derechos Humanos de Cuba afiliado a la Fundación Andrei
Sakharov. Se encontraba en el municipio de Guáimaro de la provincia de Camagüey
y fue abordado por una señora que le preguntó qué vendía, él le dijo que
extracto de vainilla, pomitos caseros de este sabor que se utiliza en la
elaboración de dulces. El tenía 4 pomitos en una jaba, y otros frasquitos
vacíos. Fue entonces cuando la señora se declara inspectora y le pide
documentos para multarlo. Mario se niega refiriendo que 4 pomitos era una
miseria y que no ameritaba una multa. Le dio la espalda y se fue, la señora
corrió en busca de la policía quienes lo detuvieron y condujeron a la unidad,
donde la inspectora quería acusarlo hasta de amenaza, pues le molestó la
actitud de un defensor de derechos humanos que vociferaba el desmán de querer
multarlo con 1.500 pesos por unos pomitos de vainilla. Gracias a que aún queda
un poquito de dignidad en esta tierra de corrupción, la carpeta de la unidad,
una joven amable, mando a dos policías a investigar la acusación de la
inspectora quien quedó desmentida al relatar los testigos que no hubo amenaza
alguna. Aun así, la multa le fue aplicada, más no la acusación de amenaza
gracias a Dios y a testigos valientes que no dudaron al declarar la verdad. El
nombre de esta inspectora extremista es Maricel Quiñónez Mederos.
La lista de abusos y arbitrariedades
no termina aquí, es tan larga que sería engorrosa de leer, no en balde hay una
frase en el argot popular camagüeyano bastante ilustrativa: “En Cuba es ilegal
hasta la sonrisa”
Acabo de leer este articulo. No se como responder. No es nada nuevo, es algo que esta sembrado en la ideologia absurda y abusadora del regimen Castrista por mas de 50 anos. Yo sali en el 1961 a penas de entrar en mi etapa de juventud (13 anos). Estuve en Ciego de Avila visitando a mi tia durante mi ninez y tengo recuerdos de los tinajones. Me parece que es algo como de otro planeta, algo distante que se apaga con el pasar del tiempo (yo nunca he regresado). Es triste nuestra historia. Gracias por tu escrito!! Gracias por tu firmeza!! Dios te bendiga!! Quizas se debe mencionar un dicho muy Cubano, "No hay mal que dure 100 anos, ni cuerpo que lo resista"
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